27 octubre 2007

Día Ganado.

Día cualquiera, 19:30, era de tarde, había ya anochecido
y mi ruta no tradicional comenzaba en casa de un
compañero y concluía en mi casa. Era casi igual que lo
que hacía a diario, un recorrido uniforme, sin sobresaltos,
tedioso y nada que llamara mi atención.
Indefinido sentimiento fue el que se cruzó en mi cabeza
cuando decidí cambiar mi rumbo hacia lo inesperado, lo
viceral, lo pueril y lo instintivo.
El metro lleno, apretado a más no poder, apretados
como sentimientos ocultos, pero estaba feliz, reía solo,
me sentía libre, como si hubiera cortado las amarras
de quien me tenía por manejado. Era feliz con
solo verla, o ni siquiera eso.
Llegué al lugar, con tiempo de sobra, y con su perfil
reconocible entre la multitud, logré admirar mi futuro, mi
pasado y sobre las demás cosas, mi presente. La frase
rondaba por mi cabeza y no fijaba la vista, "carpe diem", lo había logrado.

No hay comentarios: