
¿quien no ha sido capaz de decir lo que siente?
¿quien ha enfrentado las cosas cara a cara sin nada que temer?
¿quien da el primer paso?
¿quien no ha dicho te quiero y se arrepiente hasta el día de hoy?
Si si lo sé pero nunca me he puesto a pensar en eso es mucha la adrenalina que se junta en una sola cosa es fácil hablar sobre eso cuando estás solo haces todo un discurso toda una confesión que casi parece un mea culpa que al momento de ponerlo en práctica no hay papeles sobre el podio y es todo improvisado ¡pero siempre se te olvida algo! y te enojas y te golpeas y te percatas de que quizá nunca lo dirás.
El hombre que estaba pensando, miró hacia los lados, y fue rápido en levantar la cabeza y percatarse de que la noche ya había caido, apagó el cigarro en su zapato, se levantó raudo y emprendió camino a casa, pero una duda lo asaltó, un borracho sentado en el metro, el niño molesto que hacía dar botes al balón que tenía en sus manos, la anciana que no paraba de toser y de escupir maleficios hacia el chico sentado a su lado, el papel, el bendito papel tirado en el vagón del metro, que nadie veía pero que el chico miraba con suma atención, miles de ideas pasaban por su cabeza con ese trozo de papel: guerras, batallas, riñas, amoríos, decepciones, triunfos, desamores, profesías, teorias, religiones. Todo por un trozo de papel botado en el suelo, sin vida y sin gracia.
Era su turno de bajar, y no lo pensó dos veces, apretó el papel en sus manos, bajó del vagón y en el primer basurero que encontró, botó el bolo de papel.
Saliendo de la estación, su mente estaba en paz, y vuelve a retomar lo que pensaba cuando estaba sentado.
Si lo olvidé perdí conciencia al estar con ella quise decirlo todo pero no me salio nada quise besarla pero no dije todo lo que debí decirle sigo con estas ideas en mi cabeza pero volveré a hacer el discurso y espero me resulte ahora no no me taimaré no me bloquearé estoy cansado y ya es mucho por hoy mejor espero tener algo mas claro cuando vuelva a verla se que debo decirle que la quiero y que me encanta.
Abre la puerta de su casa, tira sus cosas a un lado, se cambia de ropa, prende un cigarro, se tiende en su cama, cierra los ojos, pasa un momento, se acaba el cigarro, se queda dormido.